
Estoy deshabitado, sin rumores
filtrándose por puerta ni ventana;
me ignora el despertar de la mañana,
con su estrépito alegre y sus colores...........
Hermético recinto, en que las flores
mueren de amarga soledad temprana,
en la sombra, el silencio y la desgana
que constituyen mis alrededores. .....................
Sé que un mundo adyacente y verbenero,
más ficticio quizá que verdadero,
vibra, pulula, ofrece en la fachada......................
Estuve en él, y le encontré vacío,
y ahora, en este rincón que llamo mío,
deshabitado vivo, con mi nada. ....................
Francisco Álvarez-Hidalgo
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